Durante una terapia con Saama el cliente no tiene que revivir ninguna experiencia traumática, basta con que plantee qué faceta de su vida querría mejorar o qué le gustaría sanar.

Tendido en la camilla se relaja sin necesidad de desvestirse, simplemente descalzándose para poder estar más cómodo. En esta técnica apenas hay contacto físico, incluso se puede realizar, sin ningún problema, a distancia. Durante la mayor parte del tiempo se realiza en silencio y consiste básicamente en un reseteo de la información a nivel energético, no olvidemos que el observador modifica lo observado.

Al término, el terapeuta explicará todo lo que haya podido estar implicado en el problema, enfermedad o en la falta de recursos en la consecución de una meta.

La duración es aproximadamente de una hora y media.

 

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