El coaching es un proceso de acompañamiento orientado al cambio, crecimiento interno y desarrollo de personas, equipos y organizaciones, facilitando su desarrollo y potencialidad. Una de sus premisas dictamina que todos tenemos en nuestro interior el potencial necesario para lograr realizarnos plenamente, sólo tenemos que saber encontrar y poner en práctica esa información con la dirección adecuada.
El coaching no es una terapia orientada a resolver problemas ni se considera tampoco una asesoría o consultoría que le diga al coachee (cliente) qué debe hacer.
La técnica que utiliza el coach tiene cierto paralelismo con la Mayéutica de Sócrates: “Yo no puedo enseñarte nada, sólo puedo ayudarte a encontrar el conocimiento dentro de ti mismo, lo cual es mucho mayor que traspasarte mi poca sabiduría”. Es decir, al igual que Sócrates que, con sus hábiles preguntas, era capaz de sacar de sus discípulos la resolución de los problemas, el coach pregunta al coachee de tal forma que el coachee pueda encontrar por sí mismo las respuestas idóneas para la consecución de sus fines. A este proceder del coach con el coachee se le denomina “elicitar”, que, además de lo anteriormente expuesto, nos servirá para poner los límites de actuación adecuados o ecológicos y fechas y objetivos reales en los marcos apropiados.
La duración del proceso quedará determinada por la magnitud del objetivo y estará pactada de antemano; el mínimo será de tres sesiones, de entre una y dos horas de duración, normalmente una por mes y breves seguimientos telefónicos semanales.