• Frascos de tratamiento.

Es la forma más utilizada por su sencillez y comodidad. Deberá usar un gotero de 30 ml. (a ser posible de cristal ámbar). Se pondrán dos gotas de cada flor y cuatro si son del Remedio Rescate; seguidamente rellenaremos el bote con agua mineral sin gas y se tomarán cuatro gotas cuatro veces al día mínimo. Si vive en un lugar frío o las puede guardar en la nevera no necesita añadirles brandy. En caso contrario, se añade una cucharadita de brandy o vinagre para ayudar a su correcta conservación durante las aproximadamente cuatro semanas que durará la composición.

Lo adecuado es no mezclar más de seis o siete remedios florales en una sola botella.

Si siente que no puede elegir entre menos de diez o doce flores pregúntese cuáles necesitaría en ese preciso momento, eso le ayudará a reducir el número de flores que cree debe tomar.

• Método del vaso de agua.

Poner dos gotas de cada esencia elegida (cuatro si son del Remedio Rescate) en un vaso de agua o una botella pequeña de agua de 50 cl. y tomar sorbos a lo largo del día hasta que se acabe. Se puede usar tanto para un momento puntual como a largo plazo. Acuérdese de que cada día deberá hacer una composición nueva.

Las flores además se pueden tomar sin diluir, directamente sobre la lengua o debajo de ella. Las dosis serán de dos gotas de cada una de ellas o cuatro si son del Remedio Rescate. Los inconvenientes son el coste y el sabor del brandy en el que se envasan.

Recuerde que el Remedio rescate le ayudará a tranquilizarse en situaciones puntuales pero no le arreglará el conflicto interior que puede estar detrás de ese estado.

Algunas personas encuentran mejoría en pocos días, otras necesitan meses para empezar a notarla por lo arraigado que puede encontrarse el problema.

Las flores de Bach se pueden autodiagnosticar, aunque es recomendable visitar a un terapeuta pues éste dispone de los conocimientos necesarios para hacer una valoración global y, por lo tanto, indicar los remedios más óptimos. Hay que tener en cuenta que no siempre podemos reconocer en nosotros mismos los conflictos emocionales que pueden derivar en un desajuste o enfermedad.

Al igual que el resto de terapias aquí presentadas, recordamos que las flores de Bach no pretenden sustituir ningún tratamiento farmacológico. Ante cualquier problema de salud no olvide consultar con su médico.