Las flores de Bach son una terapia destinada a equilibrar nuestras emociones. Es un sistema constituido por 38 esencias florales conservadas en una disolución de alcohol, normalmente brandy.

Los preparados poseen la carga energética de la flor sin que haya presencia física de éstas en el resultado por lo que no interfieren con ninguna medicación y carecen de efectos secundarios.

Las flores pueden ser tomadas por cualquier persona sin importar su edad o su estado físico, desde un bebe a un anciano, mujeres embarazadas etc., e incluso por animales y plantas dada su absoluta inocuidad.

Las flores de Bach se pueden autodiagnosticar, aunque es recomendable visitar a un terapeuta pues éste dispone de los conocimientos necesarios para hacer una valoración global y, por lo tanto, indicar los remedios más óptimos. Hay que tener en cuenta que no siempre podemos reconocer en nosotros mismos los conflictos emocionales que pueden derivar en un desajuste o enfermedad.

Al igual que el resto de terapias aquí presentadas, recordamos que las flores de Bach no pretenden sustituir ningún tratamiento farmacológico. Ante cualquier problema de salud no olvide consultar con su médico.